Hace ya unos cuantos años, me he vuelto experta en cuestionar todo, lo que es bueno, en cierto sentido, pues significa que la neurona me funciona… o al menos hago el intento y no me quedo en la comodidad de lo que el medio me muestra. Pero también tiene su lado negativo, pues mi cabeza no para de pensar y como que está un poco fuera de mi control, tengo que hacer grandes esfuerzos para dejar de pensar. Siempre.
Con todo lo que abarca el título de este post podría escribir un libro; lamentablemente, pocas veces me doy el tiempo de escribir todo mi vómito mental, así que hoy, que ando un poco inspirada, voy a hablar de la gordura y apariencia en las cantantesmujeres.
Con todo lo que abarca el título de este post podría escribir un libro; lamentablemente, pocas veces me doy el tiempo de escribir todo mi vómito mental, así que hoy, que ando un poco inspirada, voy a hablar de la gordura y apariencia en las cantantes
Hace unos días me apareció en redes sociales una especie de efeméride con respecto a Evanescence, con una fotografía del álbum que los hizo saltar a la fama. Esto me hizo recordar que, si bien su música me gustó desde la primera vez que los escuché, me chocó mucho cuando vi por primera vez a Amy Lee, en el video de Bring Me To Life. Era una chica muy linda de cara, peeeeero era “gorda”. En ese momento, en plena adolescencia y con mis propios demonios internos, obviamente no cuestionaba esta forma de pensar... así era la cosa no más. Recuerdo exactamente cómo me llamaba la atención que en su video, la vocalista no saliera con ropa ajustada o grandes escotes, sino que, por el contrario, salía con un pijamas que no hacía resaltar ninguna característica en particular de su cuerpo ni tampoco pretendía ser sexy.
Cuando vi la foto que menciono al comienzo del post, pensé: "¿gorda? ¿Ella era una mujer gorda para ti, Tanya?" Luego recordé que a una de las chicas t.A.T.u, la colorina, también la encontraba gorda. Nuevamente, muy linda de cara, peeero “gordita”. Claro, su contextura era levemente más gruesa que la de su compañera, y su cuerpo no era el típico cuerpo anoréxico, estereotipo de la mujer modelo, como sí era la otra chica, Julia.
Otro caso: de preadolescente, me gustaron mucho las Spice Girls, ¿a qué niña no? ¡Estaban en todas partes! Me creía Victoria, siempre me gustó su apariencia, aunque no cantara nada, lo importante – para mí – era su elegancia, su físico, sus piernas largas y cintura diminuta y fantaseaba con que yo me parecía a ella (sí po, ¡caleta!). Lo que me choca mucho, ahora que lo analizo, es que Geri no me gustaba, adivinen por qué... sí, porque era "la gorda", incluso me caía mal y recuerdo que con mis compañeras de curso, nos referíamos a ella como la gorda, ni siquiera como "la colorina".
A mis 12-13 años, este ser humano me parecía una persona GORDA. 😕
Nunca he sido una persona esquelética, en realidad, siempre he tendido al sobrepeso, siempre he sido “rellenita”, por lo que claramente la gordura siempre ha sido un issue. Ahora, que creo que he desarrollado un poco más de sentido común y amor propio, me da pena mirar en retrospectiva y ver cómo, por tantos años, el entorno me moldeó tan fuertemente como para encontrar a todas estas mujeres gordas y que su valor como artistas estuviera sesgado por ese filtro en primera instancia; digo, no es que Lena y Victoria sean mujeres extremadamente talentosas o virtuosas en lo artístico, sino que apunto a que aunque lo fueran, eso para mí no importaba, pues lo primero que yo evaluaba era su aspecto físico. No es fácil darse cuenta de los niveles enfermizos de estas situaciones. En mi caso, ni siquiera la vez que más delgada he estado en mi vida, al borde de un trastorno alimenticio, me sentí flaca o bonita; recuerdo que me miraba al espejo y veía a una persona con demasiados kilos extra, me daba un profundo asco verme en el espejo, y por muchos años sentí que nunca nadie se fijaría en mí, porque era gorda (sinónimo de fea), a pesar de haber tenido muchos pretendientes, incluso algunos pololos, de ser piropeada en la calle, desde la básica hasta la universidad, etc.
Una de las aristas que me llama la atención sobre este tema, es la apariencia de las mujeres que se dedican a la música, específicamente en el rock. En las últimas décadas, el "metal femenino" se ha ido abriendo espacio (los que escuchan este tipo de bandas debieran entender por qué uso las comillas, da para largo, por eso no lo explico acá), y últimamente me he dado cuenta de que muchas de las vocalistas también son parte de un estereotipo muy definido, y que, aunque algunas son extremadamente talentosas, a principios de sus carreras -cuando estas cosas no se cuestionaban- igual posaban en bikini, con vestidos ajustados, mostrando harta piel, con el corsé resaltando sus atributos femeninos, obviamente para captar la atención (porque de cómodos o prácticos no tienen nada, si hasta el origen de la prenda fue para moldear la figura, aunque incluso dificultara la respiración), porque pareciera que el talento no es suficiente cuando se trata de mujeres.
En este sentido, y siempre pensando en la escena de este estilo, siento que – nuevamente – la mujer se ha tenido que esforzar el doble en comparación a los hombres, porque no solo tiene que cantar perfecto, sino que también debe verse perfecta. Los hombres, en general, salen de jeans, polera/camisa y zapatos cómodos a presentarse (en el mejor de los casos). No he visto nunca a Simone Simons, Alissa White Gluz, Sharon den Adel, Liv Kristine, Cristina Scabbia, etc., presentarse chasconas, sin maquillaje, o - en definitiva - sin que se note que hay una producción o preocupación detrás. Creo que a la que he visto con tenidas más sencillas en escenario es a Anneke van Giersbergen, pero solo en unos pocos registros y ya hace bastantes años; ahora sigue produciéndose mucho para el escenario.
Sin embargo, a nadie le espanta ver a los músicos hombres de polera o camisas sencillas, jeans desteñidos, zapatillas, etc. o que tenga unos kilos de más, porque ahí la respuesta inmediata es algo como "ah, pero es que lo que importa realmente es el talento, que sean buenos músicos". Y, por si acaso, estoy totalmente de acuerdo con que las bandas se produzcan y busquen transmitir algo con el vestuario, de hecho, tengo un gran sentido del espectáculo y me gusta ver bandas que se preocupan de su vestimenta y puesta en escena, como es el caso de Lacrimosa – en que los dos integrantes principales (un hombre y una mujer) se producen casi en la misma medida, o Lacuna Coil, en quienes también casi siempre se ha visto una preocupación de mostrarse relativamente uniformados. Aclaro también que estoy hablando en términos generales. Sé que más de alguno va a pensar "¿y qué pasa con bandas como Kiss, Ghost o Slipknot?". No amigos, no se me olvida que hay bandas lideradas por hombres que también están muy preocupadas de la estética; es solo que creo que en el caso de mujeres es casi una regla vernos perfectas, y si te sales del estereotipo vas directo al fracaso o a la crítica masiva, lo que no ocurre necesariamente con los hombres. Solo quiero hacer notar que para la mujer, otra una vez, es más difícil, porque desde chicas aprendimos que ser mujer implica hacer todo bien, a no contradecir, a no salirnos del estereotipo de belleza, a mostrarnos perfectas, etc. Tiendo a pensar que es un fenómeno que se ha dado en todos los géneros musicales, o al menos en la gran mayoría, pero no he querido incluir otros estilos porque siento que no tengo tanta información como para hacer un análisis relativamente fundado.
Retomando la idea inicial, veo las fotos de Lena (t.A.T.u.), Amy (Evanescence) y Geri (Spice Girls) y no entiendo cómo para mi mente esos cuerpos eran gordos, tenía una visión totalmente distorsionada de la realidad, la que se gesta desde que empezamos a aprehender el mundo. Yo misma, las veces que me he subido a escenarios "liderando" una banda, siempre he sentido una presión excesiva e innecesaria de verme bien, de no cometer ningún error; pero de eso me doy cuenta recién ahora. Por eso creo que el movimiento feminista es tan importante, al igual que mantener la mente abierta a los cambios para mejorarlo cada vez más. A fin de cuentas todos la hemos vendido alguna vez, y seguiremos vendiéndola en muchos aspectos, pero no por eso deberíamos dejar de cuestionar nuestros pensamientos, roles, acciones e incluso omisiones.
Retomando la idea inicial, veo las fotos de Lena (t.A.T.u.), Amy (Evanescence) y Geri (Spice Girls) y no entiendo cómo para mi mente esos cuerpos eran gordos, tenía una visión totalmente distorsionada de la realidad, la que se gesta desde que empezamos a aprehender el mundo. Yo misma, las veces que me he subido a escenarios "liderando" una banda, siempre he sentido una presión excesiva e innecesaria de verme bien, de no cometer ningún error; pero de eso me doy cuenta recién ahora. Por eso creo que el movimiento feminista es tan importante, al igual que mantener la mente abierta a los cambios para mejorarlo cada vez más. A fin de cuentas todos la hemos vendido alguna vez, y seguiremos vendiéndola en muchos aspectos, pero no por eso deberíamos dejar de cuestionar nuestros pensamientos, roles, acciones e incluso omisiones.